Acabamos de terminar, en estos días, el segundo cuatrimestre del curso 2015/16. Recordaré durante mucho tiempo estos últimos meses por la puesta en marcha y desarrollo de una emocionante y estimulante iniciativa de innovación docente en la asignatura “Participación, Tercer Sector y Voluntariado”.
Animado por un proyecto que coordino (con el título: “TIC en la docencia universitaria: una experiencia intedisciplinar e interuniversitaria”), me he lanzado a experimentar una forma nueva de concebir y hacer la actividad docente. En un proceso de cambio (presidido por la incertidumbre y el riesgo pero, también, por la ilusión y las ganas de mejorar mi práctica docente, de hacer las clases más atractivas, de insuflar entusiasmo a los/las alumnos/as, de transmitir más y, sobre todo, mejor) he intentado aplicar algunas herramientas y metodologías de innovación docente que he ido descrubriendo, a veces en cursos de formación del profesorado, otras veces por casualidad y otras buscando en la red sin saber qué podía encontrar. Mi experiencia ha consistido en…
- Uso de Twitter como herramienta docente, con varios objetivos: favorecer la interacción virtual entre los/las alumnos/as (y entre éstos y el profesor), informar de avisos, fomentar la participación dentro y fuera del aula, colgar material audiovisual de interés para el seguimiento de la asignatura, visibilizar la actividad realizada en el aula, etc. Pueden verse los tweets generados en https://twitter.com/?lang=es con la etiqueta #TSyVOL.
- Uso del juego en el proceso de enseñanza-apendizaje (gamificación): hemos articulado a lo largo de los cuatro meses una dinámica de roles en la que cada alumna ha asumido el rol de gerente de una entidad del Tercer Sector de Acción Social, trabajadora social, voluntaria y usuaria, “aprendiendo haciendo”, favoreciendo la retroalimentación de teoría y práctica. Puede seguirse esta experiencia en Twitter con la etiqueta #Haciendo_Voluntariado.
- Aplicación muy libre de la Teoría de la Diversión, en la confianza de que aprender exige un esfuerzo y que éste se facilita si va acompañado de buen humor y diversión; el lema podría ser algo así como: “lo que se aprende, si se hace de forma divertida, se aprende mejor”. Ver la entrada del blog ¿Subes andando o utilizas las escaleras mecánicas? para más información.
- Ensayo del aula invertida como estrategia metodológica idónea para desarrollar de una forma alternativa los contenidos teóricos relativos al Tercer Sector de Acción Social y al ciclo del voluntariado (líneas básicas del programa de la parte de la asignatura que imparto).
- Implantación en la dinámica diaria de clase de la filosofía “Powerpupils” o de alumnas empoderadas: las alumnas han sido las que, a modo de calentamiento de cada clase, han iniciado cada día la misma exponiendo un tema de su interés relacionado (o no) con los contenidos de la asignatura, de manera libre, creativa, sin condiciones ni exigencias, con los objetivos de convertirse en sujetos de aprendizaje, protagonistas activas en y del aula.
- Incorporación de los dispositivos móviles, elementos indisociables de la experiencia formativa: móviles, tablets, ordenadores.
- Utilización del portafolio (o porfolio) como instrumento que pone a la alumna en el centro del proceso de aprendizaje, en el reto de reflexionar y sistematizar sobre su propia práctica, incorporando las múltiples aportaciones que recibe del conjunto de la clase (de ella misma, de sus compañeras y del profesor) y a través de las múltiples vías que confluyen en la experiencia de enseñanza-aprendizaje. Ver más sobre portafolios o porfolios AQUÍ.
- Evaluación del proceso y los resultados (en términos de adquisición de conocimientos y competencias) con diversas herramientas virtuales: https://getkahoot.com/ para evaluar conocimientos en el aula de forma divertida; encuestas en Twitter para realizar un feed-back rápido y fresco; y encuestas en la plataforma de encuestas on line (versión gratuita) http://www.e-encuesta.com/inicio/ para una evaluación más sosegada y tranquila.
La experiencia ha sido modesta, limitada, con muchos puntos débiles… pero un buen punto de partida, sumamente enriquecedor para mí y, espero que también, para las alumnas. Desde luego, ha sido un ejercicio esperanzador y muy motivador en el no siempre estimulante entorno universitario. Algunos comentarios recogidos en la encuesta de evaluación aplicada al finalizar la actividad (aún no está cerrada la recogida de aportaciones) así lo atestiguan:
“Me parece una metodología muy bien planteada, donde los protagonistas son los alumnos. Power pupil: me ha resultado muy interesante y me ha encantado”.
“La actitud y implicación del profesor ha sido estupenda para mí y la metodología ha sido totalmente innovadora; que todos y cada uno hayamos sido parte de la misma la ha hecho irrepetible. Para mí ser protagonista del aprendizaje ha supuesto algo muy positivo tanto a nivel profesional como a nivel personal, ya que los aprendizajes van mas allá del aula”.
“La implicación del profesor ha hecho más unida la clase y más distendida a la hora de participar, dejándonos libertad para iniciar las clases, exponiendo dudas sin temor a equivocación, siendo una más de la clase. No esperaba tanto y me he llevado una experiencia y un conocimiento que ha aumentado mi percepción del voluntariado y me ha enseñado qué es el tercer sector”.
Tampoco faltan aspectos por mejorar; las alumnas lo apuntan con claridad:
“Lo mejor la dinámica de la clase. Y lo peor, el seguimiento de Twitter ya que es una red social que casi no sigo”.
“Lo peor de la asignatura ha sido la parte teórica, pero entiendo que es fundamental que se dé. Lo mejor, los juegos donde participábamos toda la clase, aunque creo que con respecto al juego de roles se podían haber hecho cosas mucho más entretenidas”.
“Lo peor o menos bueno de la asignatura, que las clases se pasaban pitando, y a lo mejor que el juego de roles en ocasiones ha quedado un poco corto o la dinámica no ha sido adecuada”.
“Me ha resultado interesante ver los tweets de mis compañeras, aunque a lo mejor se podría haber creado otro tipo de juego con el twitter”.
Sin ninguna duda, el mérito de la experiencia no ha sido mío; ha sido del grupo de alumnas. Ellas han dado lo mejor de sí mismas, implicándose en todas las actividades, haciendo suya la experiencia, construyendo un grupo cohesionado desde la más absoluta diversidad (de orígenes geográficos y referentes culturales–alumnas Erasmus de Ecuador, Italia, Portugal, alumna SICUE del País Vasco-, de trayectorias vitales –alumna de la Universidad Permanente-, de experiencias en el ámbito de voluntariado –alumnas con muchos años de experiencia en entidades, alumnas que nunca habían sido voluntarias-, de formas de entender el Trabajo Social –algunas de manera muy vivencial y vocacional-), creando diariamente una experiencia de aprendizaje única e irrepetible. ¡Muchas gracias a todas y cada una de vosotras por vuestro entusiamo contagioso! ¡Muchas gracias Ángela, Aroha, Silvia, Mónica, Nuria, Azzurra, Natalia, Edita Johana, María, Maria, Rosa, Noelia, Marta, Paula, Beatriz, Estela, Garazi, Eva, Camille, Lara y Alanis!
¡Muchas gracias por dejarme acompañaros en esta aventura! Muchas gracias por dejarme ser un poco marino, un poco pirata, un poco poeta…
EDUCAR
Educar es lo mismo
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.
Gabriel Celaya